FRANK LLOYD WRIGHT nacido en EEUU (1869- 1859),
Es otro de los arquitectos que junto con el
movimiento de la Bauhaus y Le Corbusier, al que puede considerarse el precursor
de la arquitectura moderna.
Mientras en
Europa se difundía el Art Nouveau, en EEUU se iniciaba una nueva arquitectura,
debido en parte a sus necesidades como potencia industrial y país nuevo. Así
fue como de la mano de la Escuela de Chicago, con Louis Sullivan a la cabeza,
aparecieron los primeros rascacielos.
Frank Lloyd
Wright fue discípulo de Sullivan,
trabajó con él hasta 1892, y él mismo marcó distancia con las formas constructivas
europeas al sugerir que en EEUU había un estilo diferente de arquitectura,
basado en el empleo de los nuevos materiales: como el hormigón, el cristal y el
hierro y con formas supeditadas a la función de los edificios. Es lo que él
llamo la casa USONIANA.
Su primera obra en solitario fue la Charnley House de
Chicago (1892), a la cual siguió, algo más tarde, toda una serie de viviendas
unifamiliares que tienen en común su carácter compacto y la austeridad
decorativa, en oposición al eclecticismo de la época.
Se dedicó a
construir en los alrededores de Chicago las llamadas “casas de la pradera”,
viviendas unifamiliares en zonas residenciales para la burguesía. En esa faceta
de arquitecto, empezó a adquirir sus particularidades como diseñador de
espacios: empleaba una planta diáfana, que se organizaba en torno a un núcleo,
normalmente la chimenea, son casa de una marcada horizontalidad, y grandes
aleros que sobresalen de la estructura central, de tal forma que parece que el
espcio exterior se introduce en la casa o que la casa se extiende hacia el
exterior, en una relación armoniosa entre la naturaleza y la obra humana. A eso
colaboran también las grandes ventanas horizontales que abre la casa al
paisaje. Por todas estas características, se le considera el creador y máximo
exponente de la arquitectura organicista.
Con anterioridad, su genio innovador se había puesto de manifiesto en el
Larkin Company Administration Building de Buffalo (1904), donde dejó el
espacio central vacío desde la planta baja hasta el techo, con el fin de que
todas las plantas se abrieran mediante balconadas a este amplio ámbito. Tras
un viaje a Japón en 1905 y otro por Europa en 1909-1910, se estableció en
Spring Green (Wisconsin), donde realizó para él y su familia el Taliesin I,
trágicamente destruido por un incendio.
La pérdida de su familia en este accidente lo afectó de tal modo que
decidió abandonar Estados Unidos y trasladarse a Japón, donde edificó, al
estilo de los castillos tradicionales, el Imperial Hotel de Tokio.
En 1921
regresó a Estados Unidos y reconstruyó en dos ocasiones el Taliesin
(versiones II y III), y realizó una serie de obras como la Millard House de
Pasadena.
Siguió una época de reflexión y de planteamientos más teóricos que
prácticos, antes de volver a la actividad con obras en las que desempeña un
papel fundamental el hormigón armado. Entre ellas ocupa un lugar destacado su
creación más famosa, la Casa Kaufmann o Casa de la Cascada, que se adapta a
la perfección al escalonamiento del terreno y prolonga hacia el exterior el
espacio interior en una búsqueda de integración entre arquitectura y
naturaleza. A raíz de esta construcción, Bruno Zevi definió el concepto de
arquitectura orgánica u organicismo, corriente de la que Wright es
considerado el máximo exponente, pese a que no la formuló teóricamente.
Esta arquitectura orgánica tuvo su máxima expresión en el complejo de
Taliesin West, en Phoenix, donde logró sintetizar magistralmente todos los
elementos formales que habían caracterizado su obra hasta la fecha. Su
carrera de precursor de la arquitectura moderna, que se prolongó a lo largo
de más de sesenta años, se cerró de manera brillante con el Solomon R.
Guggenheim Museum de Nueva York, donde el arquitecto experimentó una nueva
concepción del espacio, basada en el desarrollo orgánico de plantas curvas o
circulares en un continuum.
En los últimos años de su vida realizó sobre todo proyectos, algunos de
los cuales se convirtieron en realidades concretas después de su muerte. El
legado arquitectónico de Wright puede resumirse en dos conceptos que
constituyen el centro de su reflexión: la continuidad exterior del espacio
interior dentro de la armonía entre naturaleza y arquitectura y la creación
de un espacio expresivo en el interior de un volumen abstracto.
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